Gonzalo Müller: “El gobierno no debe ceder a la tentación populista de aprovecharse del caso”
El cientista político cree que la mandataria actuó con cautela y que no le conviene generar mayor tensión con empresariado.
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El analista político de la Universidad del Desarrollo Gonzalo Müller (UDI) apunta a que la presidenta Bachelet ha reaccionado de forma más tímida, debido a que sabe que en estos momentos la cuidadanía no separa del todo a empresarios y políticos en la mala evaluación general que hay sobre ellos.
Además, advierte que ello se refuerza con que hace una semana la mandataria se había sacado una foto con el presidente de Empresas CMPC, Eliodoro Matte, en su rol de presidente del CEP.
- ¿Cómo queda la relación gobierno-empresariado tras el nuevo caso de colusión?
- Son temas complejos para el gobierno, porque si bien aparece como un tema popular de defensa de los derechos del ciudadano, debe ser cauteloso en no generalizar sus condenas, en no transformarlo en una crítica a todo el mundo empresarial, porque recordemos que la relación empresariado-gobierno ha estado muy tensa, muy marcada por un discurso agresivo en su primera etapa con el ex ministro de Hacienda, Alberto Arenas. Y estaba justo ahora en medio de una recuperación de confianzas.
- ¿Una actitud más condenatoria, más dura, podría tensar aún más esta relación?
- Ha habido una condena generalizada del mundo político social y también del mismo empresariado sobre la colusión, eso es valioso como sociedad, pero el gobierno debe tener mucho cuidado que no exista aprovechamiento político y en no englobar la condena a todos los empresarios, porque eso le podría traer consecuencias en este camino trazado de recuperar las confianzas.
- ¿La presidenta Bachelet podría ocupar este escenario para llevar adelante, por ejemplo, una reforma laboral con mayor propiedad en vista de la mala posición en que han quedado algunos empresarios?
- La lógica del discurso de los avisos desde el poder hacia la ciudadanía es algo que ni este gobierno ni los anteriores han logrado capitalizar. Generalmente son todos vistos también como parte del poder, por eso no veo esa conexión como capital para aprovecharlo políticamente. De querer ser usado por la Presidenta como una manera distinta, como una forma de avanzar en una reforma laboral o constitucional, aprovechando la debilidad en que queda el mundo empresarial le podría terminar jugando en contra.
- ¿Bachelet debería entonces mantener la cautela?
- Sí, por eso hemos visto que ha sido más tímida en la condena. La primera reacción que tuvo la Presidenta fue bastante cautelosa, estuvo en el tono de las condenas de todos, pero sin ir más lejos. Recordemos, además, que todos los diarios hace una semana pusieron una foto de la mandataria con el presidente de la Papelera. Es un tema complejo que la ciudadanía distinga entre el mundo empresarial y el político.
- ¿Cómo ha reaccionado el empresariado?
- Ha habido una correcta evolución en la medida en que no ha habido una defensa corporativa sino que una condena rápida, en términos de dejar que también funcionen las instituciones. Es la Fiscalía Nacional Económica la que ha sacado adelante este tema con absoluta independencia.
- ¿Cómo afecta a la crisis de confianza que hay en el mundo político y empresarial?
- Es una gota más en un vaso que parece bastante lleno en esta crisis de desconfianza que hay de la ciudadanía.
- ¿Cómo se recupera?
- Por un lado, el gobierno no debe ceder a la tentación populista de aprovecharse del caso. Por otro lado, el empresariado no debe negar situaciones a través de defensas corporativas, eso es un avance en el término de establecer realmente que lo que ocurrió tenga sanciones.
- ¿Se debe avanzar en una legislación mas rigurosa?
- Sin duda, pero ojalá no sea una legislación emocional, sino racional.